¿Conocés La Ley Del Vacío?
Te da muchísimo miedo la palabra vacío, lo sé. Como si fuera un sinónimo de soledad o de sentimiento cruel
que no quisieras experimentar jamás.
Panza llena, corazón contento. Ah,
pero no. El vacío es dañino, es la
ausencia exagerada en un cuerpo que necesita ser pleno.
Paralelamente a esto, no podés creer
que el mundo se ponga en tu contra, que no te llamen de algún trabajo, que no
haya cambios en tu vida, qué… Bueno BASTA.
Te pasa lo mismo que a todos en
bastante ocasiones, pero los demás quizás no se enteran lo que te vas a estar
enterando vos a partir de este momento, ¿sabés por qué?, porque dejaste un
espacio dentro tuyo para incorporar lo que estás leyendo.
Hiciste
un vacío en algún rinconcito de tu ser, para que algo cambie.
Imaginate que cuando comés de más te
agarra sensación de empacho y hasta a veces respirás menos fluído. O pensá en
invierno, tanta ropa que tenés encima, ¡cuanta incomodidad! no podés moverte bien. Y si te hablo del papeleo que hay en tus cajones o tu escritorio, te vas
a dar cuenta que hasta a veces te cuesta ubicar la taza de café en la
superficie.
Leé con atención, quizás esto no esté
de moda, todos sabemos que si no se hace viral, sino hay una película o actor
que lo difunda, o genere polémica, podrías no enterarte. Seguro que a la ley de
atracción ya la conocés, ¡pero hay tanto por aprender! Sos afortunada y podés adoptar un nuevo modelo en tu vida.
Te tengo que contar algo, el universo y la naturaleza se ocupan
siempre de llenar espacio. Ahora bien… para esto, debe haber un lugar que
llenar. Hablo de hábitos y sensaciones.
La
ley del vacío dice que tenés que dejar un espacio en vos para que entren
nuevas cosas, porque si esos rincones ya están ocupados, das por sentado que no
necesitás nada.
Parece simple, pero no lo creas. El punto más difícil era saberlo. Andá
y tirá todos esos papeles viejos del siglo anterior, porque estás demostrando
que estás satisfecha con eso, y sabemos que no.
¡Vamos, tirá todo! Regalalo, dejá
cajones destinados a nuevos clientes, deshacete de esa ropa que usaste por años
y que te trae el recuerdo de una cita anterior, de una mala sensación, sacate
la tristeza de tu cuerpo y visualizá un lugar en tu interior para que se llene
con lo que querés.
Los
vacíos se llenan, pero los llenos, si los seguís llenando, rebalsan.
Dale, lavate la cara, cambiá muebles,
doná cosas que pensás que vas a usar en algún momento, porque si te das cuenta
que no los usaste en los últimos tres meses, ya no suman en tu vida.
Bailá, mové músculos para que todo se
reacomode y haya espacio.
Es
muy erróneo decir que te sentís como vacía y angustiada, creo que eso es estar
sobrepasada. El vacío no es soledad, abrí senderos para nuevos amores,
nuevas experiencias, tenés que darle aire a tu cuerpo.
A
lo que le tenés miedo es al vacío de la mente, pero está disfrazado, el
vacío real, como ley, trae cambios, mueve energía, llama a completarse.
No muchos lo saben. Es más, seguro en
este momento tenés en tu cajón algo que sabés que no tiene sentido. Reíte,
confía, relajá los párpados, empezá a vaciar… para llenar nada menos que ¡tu
vida!
// Artículo escrito para http://7attitudes.com/author/mariana-szulman/
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